El sueño tiene una conexión directa con la salud. Mantener un descanso adecuado y una cantidad de sueño de calidad es fundamental para el bienestar de todo el mundo.

Si te sientes agotado, desconcentrado y sin fuerza, probablemente tengas que plantearte si estás descansando adecuadamente. 

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL SUEÑO DE CALIDAD?

Muchas de las actividades críticas que experimenta nuestro cuerpo tienen lugar durante la etapa del sueño. Se regula, por ejemplo, el control del apetito, el estrés o el crecimiento (en una determinada edad) mediante la liberación de ciertas hormonas. Además, se produce la consolidación de la memoria, permitiendo la formación de recuerdos, que es imprescindible para el aprendizaje de nueva información. 

Algunos de los beneficios del sueño de calidad incluyen: 

• Fortalecimiento del sistema inmunológico
• Mayor energía durante el día
• Incremento de la concentración y de la creatividad
• Mejora del estado de ánimo
• Aumento de deseo sexual

Por el contrario, la falta de sueño puede afectar al organismo de las siguientes maneras:

• Incremento de peso: al dormir se segrega una hormona llamada “leptina” que inhibe el hambre, por lo que comerás más y peor.
• Mayor riesgo de enfermedades crónicas debido a que el cuerpo es más susceptible al estrés y el sistema inmunológico no funciona de manera óptima. La falta crónica de sueño también se ha relacionado con diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y obesidad.
• Mayor ansiedad, aumento de irritabilidad, tristeza, ira y ansiedad.
• Disminución de la función cognitiva, lo cual afecta a la capacidad de procesar nueva información o tomar decisiones que igual no se tomarían si se tuviera un descanso adecuado.

¿CUÁNTAS HORAS DE SUEÑO SE CONSIDERAN LAS ÓPTIMAS?

La cantidad de horas de sueño necesarias varía según la persona y el grupo de edad. En general, las personas mayores de 18 años necesitan entre 7 y 9 horas de sueño al día.

8 TIPS QUE TE PUEDEN AYUDAR A DORMIR MEJOR: 

1. Comer saludable y variado y limitar el consumo de azúcares y cafeína. Con una correcta nutrición nos aseguramos de mantener nuestros niveles de energía durante el día sin necesidad de depender de estimulantes. 
2. Cenar ligero para aprovechar al máximo el proceso natural de reparación de nuestro cuerpo.
3. Evitar las bebidas por la noche para prevenir despertarnos para ir al baño. 
4. Retirar toda la tecnología de tu habitación incluyendo televisión, ordenador, móvil, tablets, videojuegos… Esto es debido a que la “luz azul” que emiten puede distorsionar la producción de melatonina y afectar así a la cantidad y calidad de tu sueño. Hasta cuando estás dormido, si tu móvil se enciende puede afectar a la segregación de melatonina. 
5. Reducir la exposición a luz y sonido. 
6. Mantener tu cuarto ordenado y limpio.
7. Crear una rutina de sueño acostándote y despertándote todos los días a la misma hora.
8. Experimentar con actividades reparadoras por las noches, como la meditación, ejercicios de respiración o la lectura. 

¡Felices sueños!